Haciendo patria
Un año más de nuestra independencia, una nueva oportunidad de conducir los designios de nuestro país, un motivo más para trabajar por mi patria.
Son muchos los eventos que se vienen desarrollando a nivel nacional y sé que la mayoría de nosotros los estaremos siguiendo con expectativas. Pero, más allá de ello, en esta oportunidad quiero preguntarte a ti hermano, compatriota, peruano (a), ¿cuál es tu compromiso por el Perú?, ¿qué estás haciendo por mejorarlo?, ahí desde tu hogar, tu centro de estudios o trabajo, tu comunidad o región. Quizás ésta es una de las reflexiones que evitamos realizar por no comprometernos, por evitar cuestionamientos o responsabilidades. Sin embargo, es necesario que hagamos una autoreflexión nacional.
Se habla mucho de peruanismo, de orgullo, de sentimiento nacionalista, pero ¿cómo transformar éstas en acciones? En otras palabras, ¿cómo demuestro mi amor a la patria?
De acuerdo a la Real Academia Española (RAE), “patriotismo” significa “amor a la patria, sentimiento y conducta propios del patriota”, pero, ¿qué es ser “patriota”?, persona que tiene amor a su patria y procura todo su bien.
Ahora bien, la pregunta específica sería ¿Amas al Perú? ¿Te consideras patriota?
La misma RAE nos dice que “amar es tener amor a alguien o algo” y con respecto al “amor” nos proporciona otras acepciones una de las cuales nos dice que es un “Sentimiento de afecto, inclinación y entrega a alguien o algo”. Pero, ¿puedo sentir afecto hacia alguien o algo que no respeto o valoro? ¿Qué tanto conocemos nuestra patria? ¿Qué tanto respeto y valoro su cultura, su patrimonio, sus símbolos, su gente, su flora y fauna, sus normas, su Constitución?
Ser patriota no es entonar a viva voz nuestro Himno patrio si evado mis impuestos, me paso una luz roja cuando no hay un policía, si ensucio la ciudad, si voto basura al río, si hago pintas en viviendas y establecimientos públicos, si hago disturbios que crean perjuicios, si no respeto a las autoridades que nosotros mismos elegimos, si robo piezas que representan nuestro patrimonio cultural, si no soy honesto conmigo mismo y los demás, si miento en mi declaración jurada.
Ser patriota no es embanderar las casas si estas ni siquiera han sido apropiadas legalmente, si como padre o madre no represento un ejemplo adecuado de vida, cuando no demuestro afecto a nuestros hijos ni le dedicamos la atención ni el tiempo que ellos requieren, cuando me sirvo de muchas artimañas para evadir pagos y procuro realizar fraudes a mis vecinos y comunidad.
Ser patriota no es salir de viaje al interior del país, visitar lugares turísticos y no respetar las normas de uso, limpieza y conservación de los recintos. Cuando por una entrada soy capaz de avasallar al compatriota: al pobre, analfabeto, indígena o selvático, que al igual que yo, se merecen respeto y consideración.
Ser patriota no es comer nuestros platos típicos y votar los desperdicios en el reciento o tirar por la ventana del ómnibus cáscaras de alguna fruta o bebida, envoltorios de papel higiénico o lo que es más repugnante, escupir.
Ser patriota es poner el hombro por el bienestar del Perú, cuidarlo y valorarlo desde el rol que me toca vivir, como hijo (a), padre, madre, profesional, trabajador y/o autoridad.
Amar nuestra patria y todo lo que representa es no hacerle daño. Cuidar su medio ambiente, su patrimonio, su cultura, sus instituciones. Así como respetar nuestra casa, nuestra gente, nuestras autoridades.
Si consideras que hay cosas que debes mejorar en ti, este es el momento. En tus manos está hacer patria.
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