LAS TIC COMO PRÁCTICA DOCENTE

Deseo empezar este artículo haciendo evidente un tema que se hace usual hoy en día por el impacto que ha producido en nuestras vidas: el desarrollo de las nuevas Tecnologías de la Comunicación y la Información.

 

Pocas veces nos detenemos a pensar cómo las imágenes están cambiando y modificando nuestras formas de relacionarnos, generando nuevas destrezas y distintas formas de conocer, diferentes a la que estábamos acostumbrados.

 

En el caso de nosotros, los docentes, que trabajamos con niños y jóvenes, resulta esencial comprender cómo funcionan y cuál es la influencia que estas imágenes visuales tienen en los alumnos y alumnas, para desarrollar las herramientas conceptuales que permitan interpretar y operar sobre la realidad. Es por ello que considero de vital importancia que avancemos en la construcción de una mirada que incorpore el uso de herramientas de los medios de comunicación, visuales y audiovisuales en el aula, poniendo énfasis en el desarrollo de la capacidad de análisis crítico.

 

La incorporación y el estudio de los medios visuales y audiovisuales en la escuela deben hacerse dando importancia a las técnicas y códigos empleados para transmitir mensajes que debe entenderse desde:

 

Ø  EL EMISOR (quien elabora la imagen),

Ø  EL MENSAJE (analizando los lenguajes utilizados, la convenciones y las técnicas que regulan su producción y descubriendo o interpretando los valores e ideologías que reproducen), y

Ø  LOS RECEPTORES (quiénes son, cómo son sus mecanismos de interrelación, sus intereses, cómo se relacionan con los medios, etc.).

 

Los docentes debemos incorporar, por una parte, tecnologías que innoven nuestra práctica docente y por otra, incorporar temas que están presentes en la vida cotidiana de nuestros alumnos y alumnas. Por ejemplo: las identidades juveniles, la moda, los problemas asociados a los estereotipos de belleza, etc. Para ello debemos de tener en consideración algunos objetivos al  abordar el estudio de los medios visuales y audiovisuales:

 

Ø  Estimular el desarrollo de habilidades críticas en los alumnos y alumnas.

Ø  Ampliar el mundo de la sala de clases, incorporando información relevante para la formación integral de los estudiantes.

Esto requiere por parte del profesor el generar un diálogo abierto que favorezca y valore las opiniones que los alumnos y alumnas expresen de manera individual y grupal, asumiendo una estrategia de neutralidad,  tratando de no intencionar respuestas que agraden al mundo adulto, sino que ellos sientan, exploren, descubran, y expresen sus emociones, elaborando sus propios juicios juveniles.

Un abrazo virtual,

Lic. Sonia NE